Extintores de Polvo


Extintores de Polvo: Una Versátil y Efectiva Herramienta Contra Incendios

Los extintores de polvo son una invención sorprendente que se adapta perfectamente a diversas necesidades comerciales e industriales. En este artículo, exploraremos su historia y responderemos preguntas clave sobre cómo reconocerlos en caso de emergencia, quiénes los necesitan, cómo utilizarlos correctamente y cómo mantenerlos en óptimas condiciones.

Una Historia de los Extintores de Polvo:

El primer extintor de polvo seco moderno fue inventado en 1818 por el Capitán George William Manby en Gran Bretaña, y estaba basado en carbonato de potasio. A medida que pasaron los años, se realizaron mejoras y en 1928 DuGas inventó el extintor de polvo seco operado por cartucho, utilizando bicarbonato de sodio tratado. Sin embargo, el gran avance llegó en la década de 1950, cuando se inventó el popular extintor ABC de polvo seco en Europa. Anteriormente, se habían utilizado agentes especializados de extinción de polvo seco durante la Segunda Guerra Mundial, pero solo podían aplicarse manualmente. Finalmente, en 1949, se logró presurizar el polvo seco en un extintor.

Un Resumen de los Extintores de Polvo Seco:

Los extintores de polvo de todas las clases tienen un color rojo distintivo con las letras ABC claramente visibles y la palabra «polvo» escrita bajo la palabra extintor. Además, cerca del extintor, se debe colocar un letrero de identificación para evitar confusiones. La distancia a la que uno debe situarse en caso de incendio depende del tipo de fuego. Para incendios de Clase B, la distancia es de 10 metros; para incendios de Clase A y C, es de 30 metros; y para incendios de Clase D que involucren extintores de polvo seco especializados, depende. Los extintores de polvo ABC vienen en una gran variedad de tamaños, desde 1 litro hasta 9 litros.

Como su nombre indica, los extintores de polvo ABC son efectivos en incendios de Clase A, B y C. Muchos de ellos han sido probados hasta 35 kv y, por lo tanto, pueden usarse cerca de equipos eléctricos en caso de emergencia, aunque se recomienda el uso de un extintor de CO2 como primera opción. Sin embargo, ya no se recomienda utilizar extintores de polvo ABC en espacios interiores, a menos que lo especifique una evaluación de salud y seguridad. Aun así, siguen siendo una excelente elección para grandes garajes abiertos y patios. Cualquier vehículo que transporte mercancías peligrosas debe llevar al menos un extintor de polvo ABC, determinado según el peso del vehículo.

Los extintores de polvo seco especializados son especialmente recomendados para su uso en situaciones industriales, pero también pueden ser necesarios en laboratorios o en cualquier lugar donde se manejen metales inflamables. Nuestro extintor de polvo seco FireShield de 9 litros L2 está diseñado para combatir incendios que involucren titanio, magnesio, aluminio e, incluso, litio, con la ayuda de su boquilla especializada.

Cómo y Cuándo Usar un Extintor de Polvo Seco:

Los extintores de polvo ABC pueden usarse en incendios de Clase A (materiales sólidos combustibles como madera, papel y textiles), Clase B (líquidos inflamables como gasolina, aceite y pintura) y Clase C (gases inflamables como el propano). Sin embargo, no deben usarse en espacios confinados, ya que el polvo puede reducir la visibilidad y dificultar una evacuación segura, además de representar un peligro de inhalación. Por otro lado, los extintores de polvo seco especializados deben utilizarse específicamente en incendios con metales inflamables.

Un fuego solo puede existir si están presentes todas las partes del tetraedro del fuego: calor, combustible, oxígeno y una reacción química. Los extintores de polvo ABC funcionan al interrumpir la reacción química entre el oxígeno y el combustible calentado. Mientras tanto, los extintores de polvo seco especializados crean una gruesa costra sobre el metal inflamable para evitar que el oxígeno llegue al combustible.

En caso de incendio, se aconseja seguir la estrategia PASA: Párate frente al fuego con la espalda hacia una salida, a una distancia de aproximadamente dos metros. Los extintores pueden tener rangos efectivos variables, por lo que debes consultar las indicaciones del fabricante al poner en práctica tu protocolo individual de seguridad contra incendios. Si hay equipos eléctricos presentes, deben apagarse si es posible.

Saca el pasador del lateral del extintor. Estos están diseñados para evitar descargas accidentales, pero son fáciles de quitar.

Apunta la boquilla a la base del fuego en lugar de a las llamas mismas.

Aprieta la palanca para liberar el polvo, manteniendo la presión lo más estable posible y manipulando el extintor con cuidado.

Barre la manguera de un lado a otro en caso de incendios de Clase A, acercándote a la fuente a medida que las llamas disminuyen. Para incendios de Clase B, utiliza un amplio movimiento de barrido sobre el área en llamas, teniendo cuidado de no empujar el líquido inflamado hacia otras fuentes de combustible. En el caso de un incendio de Clase C, primero debes eliminar la fuente de gas, si es posible, cerrando las llaves y válvulas. Luego, barre la manguera sobre el área en llamas para extinguir lo que quede. Para incendios de Clase D, debes seguir las indicaciones específicas de riesgo.